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Cualquier expectativa sobre un aumento salarial en Venezuela ya está descartada. Horas antes del 1 de mayo, Día del Trabajador, Nicolás Maduro informó que solo ajustará el bono de guerra de 90 dólares a $120 para los trabajadores activos y de $45 a $50 a los pensionados, en lo que calificó como «un ajuste precioso».
Por tercer año consecutivo, el mandatario mantuvo el salario mínimo del país en 130 bolívares, lo que corresponde a 1,50 dólares según la tasa oficial del BCV.
Finalmente, este 2025 se cumplen tres años en el que el salario mínimo del venezolano no recibió un aumento. La noche de este miércoles 30 de abril, Maduro indicó además que el cesta ticket quedó igualmente en 40 dólares indexado al tipo de cambio oficial, mientras que los pensionados recibirán 50 dólares, un aumento de apenas $5.
Esto solo quiere decir una cosa: el esquema de «ingreso mínimo integral», un concepto basado en bonificaciones que no tienen incidencias en el pago de vacaciones, aguinaldos o liquidaciones, se mantiene.
¿Cuánto se aumentó por cada grupo?
- Trabajadores activos: pasaron de cobrar $90 a $120
- Jubilados: hasta el momento cobraban $91, pero en el anuncio no quedó claro cual sería su aumento o si lo tendrán.
- Pensionados del IVSS: pasaron de cobrar $45 a $50.
- El Cestaticket o Bono de Alimentación se paga solo a trabajadores activos y no recibió aumento, así que quedó en $40.
Este año el aumento fue enor que el año pasado, cuando el incremento fue de 50%, pasando de $60 a $90.
Lo que había dicho el diputado Francisco Torrealba
El diputado Francisco Torrealba hizo comentarios sobre los posibles anuncios de ajuste salarial por parte de Maduro, durante una entrevista en Unión Radio el pasado 21 de abril.
Torrealba argumentó que las medidas coercitivas impuestas por Estados Unidos producen un panorama complejo e impactan negativamente los ingresos del país, pero que aun así esperaba que el primero de mayo el salario siga incrementándose.
El diputado destacó el compromiso y la voluntad del presidente Maduro con la realización de estos ajustes.
«Sabemos que el presidente Maduro, cuando tiene medio, le da un real a los trabajadores. Esperemos los anuncios que hará el presidente», comentó.
Torrealba también comentó que el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) tiene previsto realizar movilizaciones ese día para manifestar su apoyo a la política laboral del gobierno. Sin embargo, este lunes 28 de abril Nicolás Maduro informó que la marcha del primero de mayo será para exigir la «libertad de la niña secuestrada» en Estados Unidos, sin hacer mención del tema salarial, lo que sembró cierta incertidumbre al respecto.
Torrealba también destacó la política de indexación salarial a través de los bonos, argumentando que esta debe continuar «porque permite mantener los ingresos estabilizados».
Política de indexación del ingreso
La indexación del ingreso que defiende Torrealba es una política que busca agrupar el ingreso total real de los trabajadores (salario mínimo + Bono de Guerra Económica + cestaticket) y, según él, proteger su valor de la inflación y la devaluación del bolívar.
El valor de los bonos está anclado al dólar con la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV). De esta manera el ingreso debería mantener su valor en el tiempo. Sin embargo, la brecha cambiaria y el ajuste de los precios en dólares ha causado que este ingreso vaya perdiendo poder adquisitivo.
Esta política de indexación y bonificación del salario ha sido criticada por distintos sindicatos y gremios, que la consideran una desalarización, pues los bonos no llegan a todos los trabajadores, no inciden en los beneficios laborales y dejan sin efecto los contratos colectivos, mientras el sueldo real no está anclado al dólar y pierde todo su valor.
No obstante, Maduro se mantiene firme en esta estrategia y ya a principios de año había comentado que en 2025 mantendría esta fórmula de indexación, entregando los bonos por la plataforma Patria y ajustándolos en su momento, lo cual hizo.
«A nivel social, en el año 2023 yo creé la fórmula de la indexación del ingreso integral de los trabajadores. En el año 2024 lo profundizamos y lo llevamos hasta más allá de lo que podíamos, porque los ingresos dependen de los ingresos del país», comentó el 1° de enero durante una entrevista con Ignacio Ramonet.
¿Cuándo fue la última vez que Maduro aumentó el salario?
El salario mínimo real aumentó oficialmente por última vez el 2 de marzo del 2022, hace ya 3 años. En ese momento, el gobierno supuestamente ancló el valor del salario al Petro, una criptomoneda que dejó de existir, fijando el salario base en 130 bolívares, que para aquel entonces equivalían a $28 y hoy equivalen a $1,5 según la tasa oficial del BCV.
En cuanto a los bonos que complementan el ingreso mínimo de los trabajadores, el último aumento hecho por Maduro fue precisamente el primero de mayo del 2024. Entonces, el Bono de Guerra Económica subió un 50% pasando de $60 a $90, mientras que el Cestaticket se mantuvo igual. Así, el ingreso total por bonificaciones pasó de $100 a $130.
Este ingreso total, tras esos últimos aumentos, tiene actualmente un poder adquisitivo bajo, considerando que la canasta alimentaria familiar subió en marzo tanto en dólares como en bolívares, llegando a $526,83 y 36.878bs respectivamente, según los cálculos del Cendas.
Tomando como base el salario mínimo real, este solo alcanza para cubrir el 0,4% de la CAF, por lo que se necesitan hasta 283 salarios mínimos para comprarla. Sin mencionar la Canasta Básica, que según el propio Cendas supera los $1.000.
Falso aumento
En los últimos días, se viralizó en las redes sociales y aplicaciones de mensajería, un mensaje supuestamente escrito por el Ministro de Proceso Social del Trabajo de Venezuela, Eduardo Piñate, en el que se anunciaba un aumento tanto del salario mínimo real como de los bonos indexados.
En el mensaje se informaba que el salario mínimo pasaría a ser de 750bs, el Cestaticket subiría a $60 y el Bono de Guerra Económica hasta los $100. Sin embargo, Piñate desmintió esto el martes 29 de abril, posteando una captura de pantalla del mensaje en sus historias de Instagram, tapándola con la palabra “Falso” en letras grandes y rojas.
Propuestas y reclamos
Distintos gremios, sindicatos y trabajadores en general han mantenido una crítica permanente a la política de indexación del salario a través de los bonos y han reclamado durante años un aumento salarial digno, correspondiente con las necesidades básicas, tal y como lo establece la Constitución de la República.
José Gregorio Afonso, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (Apucv), criticó en enero la política de indexación, alegando que no tenía justificación y propuso un salario mínimo de $200, argumentando que ellos han demostrado que hay recursos para tal monto.
José Elías Torres, presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), ha canalizado esta propuesta junto a las de otros sectores, siendo reiterativo hace más de un año en que los sindicatos aspiran un sueldo mínimo cercano a los 200 dólares, que según él es un monto necesario y razonable, basado en análisis exhaustivos de la economía nacional.
Esta propuesta de $200, respaldada por la CTV y por la mayoría de los sindicatos y gremios que agrupan a los trabajadores venezolanos no fue alcanzada este año.
¿De cuánto podría ser el aumento salarial?
Para expertos como el economista y director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, era poco probable que el gobierno aumentara el salario mínimo real, porque eso implica un aumento muy grande de los pasivos laborales, es decir, de los beneficios a largo plazo del trabajador.
Oliveros comentó la mañana de este miércoles 30 de abril en una entrevista en Circuito Éxitos, que lo más probable era que el gobierno mantuviera la estrategia de bonificación del ingreso para salvaguardar la seguridad financiera del estado y las empresas, y que el incremento, seguramente sería en alguno de los bonos, como efectivamente pasó.
De hecho, el economista consideró que propuestas como la de la CTV de llevar el salario mínimo a $200 y algunas de otros sectores, aunque son moralmente necesarias, son técnicamente inviables.