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El presidente Donald Trump amenazó este lunes con subir un 50% adicional los aranceles a los productos chinos si Pekín insiste en su contraofensiva aduanera, pero dejó la puerta abierta a negociar con el resto de los países afectados.
“Si China no retira su aumento del 34% por encima de sus ya prolongados abusos comerciales”, para el 8 de abril “Estados Unidos impondrá aranceles ADICIONALES a China del 50%, efectivos a partir del 9 de abril”, avisó Trump en su plataforma Truth Social.
Antes, el republicano acusó a China de hacer oídos sordos a su advertencia “a los países especuladores de no tomar represalias” contra su ofensiva comercial.
Desde que regresó a la Casa Blanca, Trump impuso un arancel adicional del 20% a las importaciones chinas por “tolerar” el tráfico de sustancias con las que se fabrica fentanilo. Pasará al 54% a partir del 9 de abril, con el 34% adicional anunciado la semana pasada.
En el llamado “arancel recíproco”, Trump explicó que no se trata de una relación 1×1, sino que comienza a acortar la distancia entre lo que debe pagar EEUU para exportar sus productos y lo que tienen que pagar los otros para desembarcar en el mercado estadounidense.
“China nos cobra un arancel del 67%; nosotros a ellos el 34%, un poquito menos. Espero que no se enfade nadie. La Unión Europea, son unos negociadores muy duros, nos cobran unos aranceles del 39%; nosotros les vamos a cobrar a ellos el 20%”, dijo Trump el viernes al anunciar la medida de “aranceles recíprocos”.
“Subirán al 104%”
La Casa Blanca confirmó que, si Donald Trump cumplía su nueva amenaza, los gravámenes se dispararían al 104%.
“Además, se suspenderán todas las conversaciones con China sobre sus reuniones solicitadas”, advirtió Trump.
En cambio, aseguró que “las negociaciones con otros países que también han pedido reuniones comenzarán de inmediato”.
El trajín diplomático para atenuar los efectos de los recargos no para. El republicano acusa a los socios económicos de Estados Unidos de “saquearlos” y les impuso una tasa universal del 10% sobre la inmensa mayoría de sus bienes importados, que entró en vigor el sábado.
Y para el miércoles reserva recargos aún más altos para decenas de socios comerciales importantes, en particular la Unión Europea (20%) y China.
Más de 50 países han hablado con EEUU
Tras la medida anunciada de los “aranceles recíprocos”, más de 50 países han hablado con Estados Unidos para informar de su interés de negociar los aranceles, informó el director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Kevin Hassett.
“Anoche recibí un informe del Representante de Comercio según el cual más de 50 países se han puesto en contacto con el presidente para iniciar una negociación”, aseguró Hassett a la cadena ABC News.
Sobre el tema, el mandatario afirmó el domingo que quiere resolver el problema del déficit.
“Quiero resolver el problema del déficit que tenemos con China, con la Unión Europea y otras naciones. Si quieren hablar de eso, estoy abierto a hablar. Pero de lo contrario, ¿por qué yo quisiera hablar con ellos?”.
De Asia a Europa, los socios comerciales de Estados Unidos intentan convencer a Donald Trump de que aligere las medidas.
La Unión Europea propuso a Estados Unidos una exención arancelaria total y recíproca para los productos industriales, según la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Y el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, asegura haberse puesto de acuerdo con Trump para seguir negociando.
Bangladés, el segundo mayor fabricante de ropa del mundo, ha pedido a Washington que suspenda la aplicación de los nuevos aranceles aduaneros durante tres meses.
“Más de 50 países” se han puesto en contacto con el gobierno de Estados Unidos”, confirmó a la NBC el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent. “Veremos si lo que tienen para ofrecer es creíble”, añadió.
En su opinión, no es algo que se pueda negociar en “días o semanas”, así que dio a entender que los aranceles podrían estar en vigor varios meses.
Netanyahu viaja a EEUU para hablar de aranceles
Quien ya se encuentra en Washington es el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para por supuesto hablar de aranceles. Es el primer líder extranjero en conseguir la cita.
Las medidas de Trump son un azote para las bolsas y los hogares que invierten en ellas sus ahorros.
Después de un jueves y un viernes negros, el lunes siguen nerviosas.
Hong Kong se desplomó más de un 13% y el índice Nikkei de Tokio cayó un 7,8%.
En Estados Unidos, la caída es más moderada horas antes del cierre (alrededor de -1%). Pero Wall Street ya había perdido unos 6 billones de dólares en capitalización el jueves y el viernes.
“¡No sean débiles!”
“¡No sean débiles! ¡No sean estúpidos!… Sean fuertes, valientes y pacientes, ¡y la grandeza será el resultado!”, escribió Trump en su red Truth Social poco antes de la apertura de la bolsa de Nueva York.
“A veces hay que tomar medicina para curarse”, dijo a periodistas a bordo del Air Force One mientras regresaba a Washington de un fin de semana de golf en Florida.
“No hay inflación”, reiteró el lunes y volvió a llamar a la Reserva Federal estadounidense (Fed) a “bajar las tasas”.
La mayoría de los economistas prevén que los aranceles harán subir la inflación y desacelerarán el crecimiento. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo que los aranceles probablemente llevarán a una mayor inflación y un crecimiento más lento para la economía de Estados Unidos.
“Está quedando claro que los aumentos arancelarios serán significativamente mayores de lo previsto”, sostuvo Powell en un evento en Virginia, en una declaración escrita.
“Es probable que lo mismo ocurra con los efectos económicos, que incluirán una mayor inflación y una desaceleración del crecimiento”, afirmó, añadiendo que es “demasiado pronto” para considerar cambios en la política monetaria estadounidense.
Trump pide recortes
Los comentarios de Powell sugieren que la Reserva Federal (banco central) no tiene prisa por recortar su tasa de interés de referencia desde su elevado nivel actual, entre el 4,25% y el 4,50%, mientras continúa sus esfuerzos por reducir la inflación a su objetivo a largo plazo de 2%.
En los últimos meses, Estados Unidos ha consolidado su crecimiento económico y la tasa de desempleo se ha mantenido cerca de mínimos históricos.
Ante estos datos, la Reserva Federal votó el mes pasado a favor de extender la pausa en los recortes de tasas y señaló que quería observar cómo las políticas de la nueva administración impactarían en la economía antes de tomar medidas.
Sin embargo, los responsables políticos, incluyendo ahora a Powell, han advertido que los aranceles podrían provocar un aumento de precios, y que la magnitud de esta alza probablemente estará determinada por la implementación de los gravámenes y la respuesta de los consumidores y las empresas.
Antes del discurso de Powell de este viernes, Trump le pidió que actúe.
“Este sería el momento perfecto para que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, recorte las tasas de interés”, escribió. “Siempre llega tarde, pero ahora podría cambiar su imagen, y rápidamente”.
“¡Rebaja las tasas de interés, Jerome, y deja de hacer política!”, añadió Trump, quien nominó a Powell para dirigir la Reserva Federal antes de volverse en su contra durante su primer mandato.
Powell se dijo este viernes “totalmente decidido” a mantenerse en su cargo hasta completar su período, el año próximo.
“Tengo la plena intención de cumplir mi mandato”, declaró en un evento en Arlington, Virginia.
Con informaciòn de AFP y Europa Press.-