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El gobernador de Florida, Ron DeSantis, confirmó el jueves la continuidad de la controvertida Ley de Muerte Injusta, conocida como ‘Free Kill’, al vetar el proyecto legislativo que buscaba la eliminación de la normativa que limita las compensaciones por negligencia médica para ciertos familiares.
DeSantis anunció el veto al proyecto HB 6017 en un acto celebrado en Gulf Coast Medical Center Hospital en Fort Myers, en la costa oeste del estado, acompañado por el cirujano general de Florida, Dr. Joseph Ladapo, y representantes del sector médico.
El gobernador argumentó que la derogación completa de la ley “tendría muchos impactos negativos” y expresó como preocupación principal que “eso llevará a una avalancha de demandas contra profesionales y contra hospitales”.
“Las primas de negligencia médica subirán, será difícil reclutar médicos en Florida, y, en última instancia, los costos de atención médica subirán”, dijo DeSantis.
La ley vigente impide reclamaciones por dolor y sufrimiento si una persona soltera, mayor de 25 años y sin hijos menores de esa edad, fallece por negligencia médica.
Familias afectadas
Las familias que impulsaron la derogación de la norma expresaron profunda decepción. Sabrina Davis, cuyo padre falleció por un coágulo no diagnosticado, refutó los argumentos del gobernador.
Davis señaló que “los temores de que este proyecto de ley dispararía las primas de negligencia médica no tienen fundamento”. Karen Aguilar, cuyo padre murió por presunta negligencia, se unió a las críticas.
Un punto de frustración recurrente entre los familiares que impulsaron la medida fue la imposibilidad de reunirse con DeSantis. A pesar del revés, las familias prometieron continuar su lucha año tras año. La ley está vigor desde hace 35 años.
División y apoyo
La reacción de los patrocinadores del proyecto evidenció una clara división. La representante Dana Trabulsy, impulsora en la Cámara, expresó su deseo de una anulación del veto, confiada en reunir los votos necesarios.
Sin embargo, el senador Clay Yarborough, patrocinador en el Senado, aceptó la decisión del gobernador y aclaró que “no aboga por una anulación del veto”, lo que complica cualquier intento de revertir la medida.
Vale destacar que el proyecto originalmente recibió un apoyo abrumador en ambas cámaras: 33-4 en el Senado y 104-6 en la Cámara.
El sector médico y grupos empresariales, como el Florida Justice Reform Institute y la Florida Chamber of Commerce, apoyaron el veto.
Argumentaron que sus clientes ya enfrentan altas primas por negligencia médica y que nuevos casos empeorarían la situación, además de aumentar la litigación y los costos sanitarios.
No obstante, críticos como el senador Jason Pizzo calificaron como “ridículos” los argumentos sobre la imposibilidad de los médicos para asegurar cobertura.
Datos federales sugieren que la ley ‘Free Kill’ ha tenido poco impacto en la reducción de casos de negligencia o pagos en el estado, que se mantiene entre los primeros en demandas por mala praxis.
Caso único y perspectivas legales
Florida se mantiene como el único estado con una normativa como la Ley de Muerte Injusta, promulgada en 1990.
Para anular el veto del gobernador, se necesita una mayoría de dos tercios en ambas cámaras, algo que no ha ocurrido desde que DeSantis asumió el cargo. Asimismo, la postura del senador Yarborough reduciría significativamente esta posibilidad.
Expertos legales como Aaron Davis expresaron “profunda decepción” con el veto, que consideran un “revés devastador” para las familias que buscan justicia.
Con información de Diario Las Américas.-