Una investigación presentada esta semana suscitó inmediatamente dudas y críticas de los expertos al sugerir que comer en una franja de ocho horas o menos se asociaba significativamente con un aumento del 91 % del riesgo de morir por enfermedad cardiovascular, en comparación con comer en un periodo de 12 a 16 horas. Foto: Pixabay.
El ayuno intermitente es uno de los muchos métodos de moda para perder peso o mantenerlo.
También conocido como alimentación restringida en el tiempo, se trata de un método de pérdida de peso que limita el periodo de alimentación de una persona a unas horas determinadas –normalmente ocho horas durante un periodo de 24 horas–, consumiendo únicamente líquidos claros durante las 16 horas restantes. Otros métodos incluyen dos o tres días de ayuno durante una semana o un mes.
¿Cuán bien funciona el ayuno intermitente?
Investigaciones previas mostraron ventajas a la restricción por tiempo. Una revisión de diciembre de 2019 de estudios en humanos y animales encontró beneficios al restringir las calorías a un periodo acortado del día, incluida la mejora de la longevidad, una reducción en la presión arterial y la pérdida de peso. (Sin embargo, varios de esos estudios fueron en ratones y los realizados en humanos tuvieron una duración mucho más corta, de apenas meses).
Sin embargo, un estudio de un año de duración publicado en abril de 2022 en el que se realizó un seguimiento de 139 adultos chinos con sobrepeso u obesidad significativa no encontró ningún beneficio sobre el recuento de calorías para la pérdida de peso o la mejora de la salud cardiovascular.
Nuevos hallazgos preocupantes
Una investigación presentada esta semana suscitó inmediatamente dudas y críticas de los expertos al sugerir que comer en una franja de ocho horas o menos se asociaba significativamente con un aumento del 91 % del riesgo de morir por enfermedad cardiovascular, en comparación con comer en un periodo de 12 a 16 horas.
Un resumen de la investigación preliminar, que aún no ha sido revisado por pares ni publicado, se presentó el lunes en Chicago en una conferencia de la Asociación Estadounidense del Corazón.
“Nos sorprendió descubrir que las personas que seguían un horario de comidas restringido a 8 horas tenían más probabilidades de morir de enfermedades cardiovasculares”, afirmó el autor principal del estudio, Victor Wenze Zhong, profesor y director del Departamento de Epidemiología y Bioestadística de la Facultad de Medicina de la Universidad Jiao Tong de Shanghái (China).
“Las conclusiones de nuestro estudio fomentan un enfoque más cauto y personalizado de las recomendaciones dietéticas, garantizando que se ajusten al estado de salud de cada persona y a las pruebas científicas más recientes”, señaló Zhong en un comunicado.
Los nuevos resultados son demasiado preliminares
El nuevo estudio analizó los datos de 20.000 personas que respondieron a preguntas sobre sus hábitos alimentarios durante las 24 horas del día en dos días durante el primer año de inscripción en un análisis a largo plazo de la salud de los adultos estadounidenses, y luego examinó los registros de defunción en los años posteriores.
El análisis mostró una relación entre una franja de alimentación de ocho horas y la muerte por enfermedad cardiovascular, pero el estudio no pudo determinar si este patrón alimentario causó las muertes, señalaron los autores.
Muchos expertos expresaron su preocupación por la nueva investigación.
“El resumen de la conferencia es suficiente para arrojar enormes dudas sobre si el estudio puede demostrar lo que pretende demostrar”, dijo Kevin McConway, profesor emérito de Estadística Aplicada en la Open University del Reino Unido, que no participó en el estudio.
“Los investigadores clasificaron a las personas en diferentes patrones dietéticos en función de lo que comían y cuándo lo hacían en solo dos días, durante un periodo de estudio de un promedio de 8 años”, dijo McConway en un comunicado. “Relacionar esos patrones con una intervención alimentaria deliberada a largo plazo con restricción de tiempo parece ir mucho más allá de los datos”.
El resumen tampoco revela si las personas que practicaban la restricción horaria trabajaban en horarios “antisociales”, como suelen hacer los camioneros, los trabajadores nocturnos y los profesionales de la salud, dijo Tom Sanders, profesor emérito de Nutrición y Dietética del King’s College de Londres, que no participó en el estudio.
“Esto es importante porque hay pruebas de que este tipo de práctica laboral se asocia con un mayor riesgo de diabetes tipo 2 y ECV (enfermedad cardiovascular)”, dijo Sanders en un comunicado.
Tampoco hay información en el resumen sobre el consumo de tabaco y alcohol, la actividad física o el nivel de pobreza entre los que dijeron que practicaban el ayuno intermitente, todos los cuales son factores de riesgo de enfermedades del corazón, dijo Duane Mellor, un dietista registrado y profesor titular de la Escuela de Medicina de Aston en Birmingham, Reino Unido. Mellor no participó en el estudio.
“Debemos ser muy cuidadosos y no generar titulares e historias preocupantes basadas en una información tan limitada”, afirmó Mellor en un comunicado. “Quizá sea más importante lo que se come y el estilo de vida en general que si se ingirió toda la comida en menos de 8 horas durante dos días en la última década”.
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¿Es bueno el ayuno intermitente?
Como ocurre con muchas investigaciones científicas, los estudios pueden arrojar resultados contradictorios, que a menudo dependen de la calidad del estudio y de si todos los estudios han medido lo mismo de la misma manera.
En el caso del ayuno, los expertos afirman que los estudios son muy dispares: algunos estudian el ayuno durante dos o más días a la semana, otros entre las 8 a.m. y las 4 p.m., y otros desde el mediodía hasta las 8 p.m. u otras horas.
“Los datos no son muy convincentes, en mi opinión, para el ayuno intermitente. Es algo difícil de estudiar y publicar con resultados limpios”, dijo el investigador en Nutrición Christopher Gardner al Dr. Sanjay Gupta, corresponsal médico jefe de CNN.
“Y no se hace hincapié en la calidad, ¿verdad?”, dijo Gardner, profesor investigador de Medicina en el Centro de Investigación para la Prevención de Stanford, en Palo Alto, California. “Me temo que la gente dice: ‘Estoy en la franja de tiempo, así que puedo comerme el litro de helado o las galletas, o lo que sea, porque lo más importante es la franja'”.
¿Cómo perder peso?
Qué y cuánto comes es más importante que cualquier otra cosa, dicen los expertos.
“En resumidas cuentas, el factor determinante de la pérdida de peso, así como de la reducción de la grasa corporal, la grasa visceral, la presión arterial y los niveles de glucosa y lípidos, depende de la reducción de la ingesta calórica, independientemente de la distribución de los alimentos y bebidas que se consuman a lo largo del día”, declaró a CNN Alice Lichtenstein, directora y científica principal del Laboratorio de Nutrición Cardiovascular de la Universidad Tufts, en una entrevista previa. Ella no participó en ese estudio.
Además, un ensayo clínico aleatorio de septiembre de 2020 –considerado el estándar de oro de la investigación– que analizó a 116 personas no halló diferencias significativas en la pérdida de peso entre las personas que restringieron la ingesta de alimentos entre las 8 p.m. y el mediodía del día siguiente y las que no lo hicieron.
Tampoco lo hizo un estudio observacional realizado en enero con 547 personas, que tampoco halló diferencias reales entre la restricción de las horas de comida y la pérdida de peso.
Fuente: Artículo de CNN, por Sandee LaMotte. Si desea leer la publicación original puede hacerlo en el siguiente enlace: https://cnnespanol.cnn.com/2024/03/20/ayuno-intermitente-nueva-investigacion-duda-eficacia-trax/