Los rayos del sol causan la mayoría de los cambios en la piel que envejece. Te decimos cómo prevenirlos. Foto: Pixabay.
¿Has observado alguna vez la piel de las nalgas de una persona de 90 años? Fayne Frey sí. “Es preciosa”, afirmó la dermatóloga y autora del libro The Skincare Hoax. “Tiene muy poca pigmentación, muy pocas arrugas y muy pocos vasos sanguíneos”.
Si la comparas con la piel del rostro de una persona nonagenaria, es muy probable que veas manchas color café, descamación, vasos sanguíneos visibles, muchas más arrugas y un aspecto generalmente cetrino.
Algunos signos de envejecimiento, como las arrugas finas, aparecen de manera natural con el paso del tiempo, pero según Frey, hasta el 80 por ciento de los cambios de la piel que relacionamos con la edad en realidad están causados por los rayos ultravioleta del sol. ¿Cuál es la mejor manera de evitarlos, además de permanecer en interiores, a la sombra o de salir siempre cubierto? El protector solar.
La capacidad del protector solar para bloquear las quemaduras y prevenir el cáncer de piel es muy conocida, pero muchos dermatólogos afirman que también es el mejor producto de cuidado de la piel para ralentizar la aparición de los signos del envejecimiento. A continuación, te decimos lo que hay que saber sobre cómo los rayos UV envejecen la piel y cómo el protector solar ayuda a minimizar esos efectos.
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Cómo los rayos UV dañan la piel
Hay dos categorías de luz ultravioleta: A y B. Las longitudes de onda de los rayos UVB son más cortas y afectan principalmente a la capa superior de la piel. Los rayos UVA son más largos y pueden penetrar a mayor profundidad (también pueden atravesar el cristal, así que no des por sentado que una ventana te protege del daño solar).
Años de exposición a los rayos UVA y UVB dañan las células de la capa superior de la piel, denominadas queratinocitos. Cuando esto ocurre, algunas partes de la piel se vuelven rojas, ásperas y escamosas , una afección denominada queratosis actínica.
“Se debe a mutaciones del ADN que se producen específicamente en los queratinocitos, que proliferan y se vuelven anormales”, explicó Lena Von Schuckmann, dermatóloga e investigadora clínica de la Universidad de Queensland, Australia. En algunos casos, la queratosis actínica puede volverse cancerosa.
Debajo de los queratinocitos se encuentran los melanocitos, las células que producen melanina y hacen que la piel se oscurezca. Los rayos UVA activan principalmente estas células, dando lugar a un bronceado. (Las quemaduras solares son diferentes; están causadas por los rayos UVB que lesionan la capa superior de la piel). Si hay una exposición prolongada a los rayos UV, los melanocitos se dañan y se produce una hiperpigmentación permanente. En ocasiones, a estas manchas marrones se les denomina manchas de sol, manchas de la edad, manchas hepáticas o con su término científico, lentigos solares.
El colágeno y la elastina, que mantienen la piel elástica y flexible, residen en la capa inmediatamente inferior. Los rayos UVA desencadenan la descomposición de esas proteínas, lo cual provoca la aparición de arrugas a medida que la piel pierde su elasticidad, así como el adelgazamiento de la piel, lo que hace más visibles los vasos sanguíneos.
No hay un modo real de aumentar el colágeno y la elastina de manera artificial (hay muy pocas pruebas del poder de los suplementos y las cremas), pero las células llamadas fibroblastos siguen produciendo las proteínas a medida que envejeces, aunque la producción se ralentiza. Por ello, algunos dermatólogos afirman que es posible revertir algunos signos del envejecimiento.
Según Henry Lim, dermatólogo de Henry Ford Health y expresidente de la Academia Estadounidense de Dermatología, si empiezas a usar protector solar a una edad temprana y con la constancia suficiente, “y el fibroblasto tiene la juventud y la salud necesarias para producir más colágeno”, el aspecto de las arrugas podría disminuir con el tiempo. La clave es asegurarse de que los niveles de colágeno no se reduzcan aún más por la exposición al sol mientras las células trabajan para reponer la proteína.
No obstante, Von Schuckmann afirma que aún no hay nada concluyente: “Tenemos estudios que demuestran que el uso diario de protector solar reduce el envejecimiento de la piel. Si revierte o no el envejecimiento de la piel, es un poco difícil de diferenciar”.
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Cómo previene el protector solar los signos del envejecimiento
El protector solar detiene los daños al impedir que los rayos UV lleguen a la piel y penetren en ella. Hay dos tipos de ingredientes en los protectores solares: minerales y químicos.
Los ingredientes minerales, como el óxido de zinc y el dióxido de titanio, actúan como barrera física y reflejan la luz ultravioleta en la piel. (Nuestros ojos pueden detectar ese reflejo de la luz, por eso estos protectores solares parecen dejar una mancha blanca). Los ingredientes químicos, como la avobenzona, la oxibenzona y el homosalato, absorben los rayos UV. Ambos tipos de protectores solares pueden diluirse o evaporarse con el tiempo, por lo que es importante volver a aplicarlos cada dos horas, y con más frecuencia si nadas o sudas.
En general, los protectores solares son más eficaces para detener los rayos UVB, que son más cortos, que los UVA, que son más largos. El factor de protección solar, o FPS, solo se refiere a la eficacia del protector solar para evitar quemaduras, es decir, a su capacidad para bloquear los rayos UVB.
Según Frey, solo unos pocos ingredientes autorizados en Estados Unidos (la avobenzona, oxibenzona, el óxido de zinc y, en menor medida, el dióxido de titanio) bloquean los rayos UVA. Para asegurarte de que un protector solar ofrece protección UVA, busca uno con estos ingredientes, o verifica que lleva la etiqueta “amplio espectro”, lo que significa que impide la penetración de las longitudes de onda más largas. (Los ingredientes nuevos disponibles en Europa son más eficaces contra los rayos UVA; algunos están en proceso de revisión por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos).
A la hora de elegir el mejor protector solar para prevenir los signos del envejecimiento, Von Schuckmann aconseja buscar uno de amplio espectro y un FPS de 50 o superior; no importa si su fórmula es química o mineral. Lo más importante, añadió, es que “de verdad lo apliques sobre la piel todas las mañanas”.
Fuente: Artículo de New York Times, por Dana G. Smith. Si desea leer la publicación original puede hacerlo en el siguiente enlace: https://www.nytimes.com/es/2023/07/29/espanol/protector-solar-antiarrugas.html