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El estado de Florida presentó a inicios de marzo una demanda para revocar la licencia de bebidas alcohólicas de un hotel Hyatt Regency de Miami por albergar un espectáculo drag que las autoridades estatales consideran “sexualmente sugerente” y en el que, según aseguran, había menores presentes.
Se trata de al menos la cuarta denuncia de este tipo en los últimos meses en contra de locales donde se desarrollan espectáculos en vivo que las autoridades tachan de “patentemente ofensivos” y que de acuerdo con ellas suponen un “grave peligro para la salud, la seguridad o el bienestar público”. La demanda también se da en momentos en que la legislatura estatal debate un proyecto de ley que castigaría con multas e incluso penas de cárcel a locales con espectáculos con artistas drag.
Es una forma de represión de este tipo de espectáculos que ha alarmado a los artistas, a los propietarios de esos establecimientos y a quienes los producen, al tiempo que ha causado preocupación en la comunidad artística en general por la creciente “guerra cultural” de Florida bajo el gobernador Ron DeSantis.
La “guerra cultural” de DeSantis
El gobernador, y posible candidato presidencial, ha hecho de estas cuestiones parte importante de su plataforma política. El gobernador firmó previamente la llamada ley de ‘Derechos de los padres en la educación’, apodada la ley ‘No digas gay’ por los críticos, que prohíbe la instrucción o discusión de temas LGBTQ+ o identidad hasta el cuarto grado. Esta semana, el estado dijo que planeaba ampliar esa ley a todos los grados.
Otros estados liderados por republicanos han seguido el ejemplo de Florida y han restringido los espectáculos drag.
Varios artistas drag entrevistados por Univision Noticias dijeron que nunca realizarían actos sexualmente provocativos delante de niños y que les preocupa que su profesión se vea manchada por los temores de políticos y activistas culturalmente conservadores que desaprueban su estilo de vida.
Los espectáculos ‘drag’: “una forma de arte culturalmente significativa”
“Los artistas drag existen desde hace cientos de años como una forma de hacer comentarios sociales a través de sus actuaciones. Es una forma de arte culturalmente significativa”, afirma Pioneer Winter, coreógrafa y bailarina de Miami de 35 años que imparte cursos de interpretación en la Universidad Internacional de Florida (FIU).
“Estos espectáculos deberían estar protegidos por la Primera Enmienda. No es inherentemente sexual en absoluto. Es una forma de autoexpresión y entretenimiento”, añadió, señalando que un artista drag no solo realiza presentaciones en clubes nocturnos, sino también en fiestas de cumpleaños y bodas. Varios restaurantes de Miami ofrecen un brunch drag los domingos.
Este tipo de expresión artística ha sido recogida desde los tiempos de William Shakespeare, cuando hombres daban vida a personajes femeninos. La agencia AP detalla que la palabra drag se remonta para algunos al acrónimo que se escribía en los libretos cuando un actor debía “dress as a girl” o usar vestimenta habitualmente usada por una mujer.
Vía Univisión.-